- El barrio pamplonés de Mendillorri acogió una nueva edición del Campeonato de España de Trinquete en el que los clubes navarros se hicieron con tres victorias sobre las seis que componían el cuadro.
- Completó el palmarés el triplete de los clubes vascos que revalidaron los títulos que ya consiguieran la pasada edición.
Coincidiendo con la disputa en el Frontón Labrit del Campeonato de España de Federaciones en Frontón de 36 Metros, el Trinkete de Mendillorri albergó de igual modo las finales de la competencia estatal en esta distancia.
Los campeones retienen el título
Por la mañana se desarrollaron los partidos definitivos en Paleta goma (masculina y femenina) y Mano individual.
Precisamente esta última modalidad fue la que arrancó la jornada sabatina en el coso mendillorrés con el enfrentamiento entre el vigente campeón, el Behar Zana de Villabona (Guipúzcoa) con Eneko Maiz como primer espada y el Pradejón riojano representado por Oier Gurutzealde.
Eneko Maiz, hizo valer su condición de campeón y revalidó el título venciendo a su vecino de Astigarraga, Oier Gurutzealde que se dejó la piel sobre la pista pero no pudo superar el mejor juego del billabonatarra.
A continuación acaparó el protagonismo la “paleta argentina”, con la presencia de las jugadoras del Errekaleor de Vitoria, Ane Ibáñez y Nagore Martín; y las del Su Berri de la localidad guipuzcoana de Anoeta con Leire Galdós en los cuadros traseros y la incombustible Maider Mendizabal en la vanguardia.
El choque fue una auténtica exhibición de las vitorianas, que explotaron la consigna de jugar atrás para no ver ni en pintura a Mendizabal. La táctica le salió a las mil maravillas destacando la sobriedad de Ibáñez y una inconmensurable y “ubicua” Nagore Martín, quien evidenció una descomunal forma física que la llevaba (como si fuera el “Correcaminos” huyendo del “Coyote”), de un lado al otro de la pista, minando la resistencia de Galdós y desquiciando a Maider Mendizabal, espectadora a su pesar en la victoria del Errekaleor, que repitieron el triunfo del pasado año.
Completó la velada matutina la final de paleta masculina donde se enfrentaron dos clubes de Irún: el Ramuntxo de Aritz Larrarte y Gorka de Pablos, luciendo los colores del campeón: y el Kurpil Kirolak, con los aspirantes Unai Sagarzazu y Miguel Almandoz.
Pese a la batalla sin cuartel que plantearon estos últimos sobre el zaguero Gorka de Pablos, éste aguantó las acometidas de sus amigos y vecinos y, auxiliado por un certero Larrarte a la hora de rematar, se acabaron imponiendo para conservar el cetro de campeón.
Los clubes navarros acaparan el protagonismo
Completaron la lista de las finales los duelos vespertinos donde, de las seis protagonistas, cinco eran escuadras de la Comunidad Foral.
A las 17:00 horas comenzó el partido de Share, en el que el Ametsa de Irura, repetía final con la esperanza de alcanzar el triunfo tras su derrota del pasado año a manos de sus vecinos, el Behar Zana, de Villabona.
Pero, en un durísimo partido que se tuvo que decidir en el desempate, los guipuzcoanos volvieron a hincar la rodilla ante el empuje de los pelotaris del Plazaola de Lekunberri Iñaki Arcelus y Joanes Arrosagaray, quienes se llevaron un premio tan disputado como justo.
Y si el encuentro de “raqueta argentina” fue peleado, qué decir del de paleta cuero en el que, a la condición “fratricida” de ver opuestos a dos equipos de la misma ciudad, se unía el sentimiento de revancha que sobrevolaba en el ambiente ya que este mismo encuentro fue la final de la pasada edición.
El CD Amaya, defendido por los hasta la fecha campeones Guillermo Pérez e Íñigo Ansó, volvieron (como en la pasada temporada) a golpear primero, llevándose el primer juego por 15 a 11. Entonces Carlos Beunza y Daniel Ramos, adalides del Club Tenis Pamplona, iniciaron la remontada con el triunfo en el segundo envite por un ajustado 15 a 13, que trasladó el partido al juego decisivo. Aquí, de nuevo lucha sin cuartel, en la que los del Tenis Pamplona estuvieron más acertados y se llevaron el éxito para consumar la revancha y “vengar el honor” de Miki Fernández De Lascoiti y Xabi Menéndez, víctimas el año pasado de Pérez y Ansó.
Cerró el campeonato el partido de mano parejas, una pelea que según los mentideros de la pelota tenía un pronóstico que se decantaba claramente en favor de los poseedores del título, el Buruzgain del Valle de la Ulzama, en detrimento del otro finalista, el Club Esteribar de Pamplona.
En esta ocasión este vaticinio se cumplió en todos sus extremos y Rubén Santamaría y Javier Luquin superaron con suficiencia (15/0 y 15/3), a Koldo Gil e Iker Mariezkurrena.
El mejor trinquete nacional pasó por Pamplona trayendo a muchos de los jugadores y jugadoras de la preselección española de la que saldrá el equipo que nos represente en la gran cita de Biarritz en octubre próximo.
