Sin partidos de Segunda División, la actividad se ciñó a los partidos de Honor y Primera donde, pese a que todavía queda mucha tela que cortar, ya podemos intuir qué “sastres” tienen las tijeras más afiladas a la hora de partir el paño de la clasificación.
División de Honor
Iniciaremos el viaje por el festival del Frontón Labrit donde empezaron las hostilidades con la pugna de herramienta en la que un Oberena con la moral por las nubes tras su empate en tierras vallisoletanas y haber recuperado dos de sus “pelotaris franquicia”, se enfrentaba al Errepala Real Sociedad, hasta el momento el “equipo revelación” del torneo.
Daniel Berrogi y Javier Labiano, al que el nuevo sistema de competición (y que tenemos el mundial a la vuelta de la esquina), le colocó en la alineación de Paleta Cuero; se enfrentaban a Jon Begiristain y Oier Alkorta, en un partido con claro tinte local, donde la clave, para ambas parejas, iba a estar en quién pudiera “mover” y poner en aprietos al delantero rival.
Así, en el primer juego la escuadra guipuzcoana jugó muy bien, poniendo contra las cuerdas en varias fases del partido a los de Oberena, que no daban con el resorte para equilibrar la balanza. Pero un descanso pedido por el entrenador de Oberena, Xabi Zozaya cambió el panorama para desgracia de los donostiarras. Berrogi, bastante gris hasta ese momento, comenzó a sentirse más cómodo sobre la cancha, acertando en sus golpeos y sumando un parcial de 5 a 0, que les llevó del 9 a 11 en contra, al 14 a 11 a favor.
La Real, entonces, tuvo que arriesgar para buscar el tanto y sus propios errores les llevaron a entregar el primer juego por 15 a 12.
Esta victoria parcial dio alas a los oberenistas que en el segundo juego encontró el camino, se convenció de su superioridad y aventajó por 15 a 9 a la dupla guipuzcoana, que siguió jugó con mucha valentía vendiendo muy cara la derrota.
Con el primer punto en el bolsillo, saltaron a la cancha los protagonistas del duelo de pala, donde Oberena se ceñía también la vitola de favorito.
Mikel Sanz e Iñaki Mariñelarena, después de su brillante victoria ante Puertas Bamar, continuaron con la racha y se llevaron la victoria por 15 a 10, en un primer juego en el que el precioso sonido de la pelota sobre el venerable frontis del Labrit, se convirtió en música celestial para el público asistente, que disfrutó con tantos de hermosa factura.
Tanto ajetreo en el primer punto pasó factura a Oberena, que salió algo relajado a la pista, circunstancia que aprovechó la Real Sociedad para colocarse con 5 a 1 en el luminoso.
Y de nuevo emergió la figura del entrenador de Oberena, que observó la bajada de concentración de sus pupilos y pidió tiempo para enderezar el rumbo. La “regañina” surtió su efecto pues Sanz y “Mariñe” se pusieron serios y comenzaron a demostrar por qué son una de las parejas más sólidas del campeonato. Los navarros dieron la vuelta al resultado para acabar venciendo por 15 a 8.
Esta victoria y los resultados de los rivales (con algún tropiezo incluido como el empate del Club Tenis Pamplona en Zaragoza), dejan una clasificación en la que se estrechan las cosas por arriba, donde Club Natación Barcelona, Puertas Bamar, Club Tenis Pamplona y Oberena, toman cierta ventaja y auguran una “lucha encarnizada” por las dos plazas de la final.
En lo que se refiere a la mano Zugarralde y San Cristóbal acudían al Labrit con ansias de victoria, los de Burlada para volver a la senda del triunfo tras su jornada de descanso y los burgaleses para resarcirse de la derrota de la semana pasada a manos de Huarte, su más directo rival.
El duelo individual puso enfrente a Ugaitz Elizalde, por parte de los locales y Xabier Santxo en la esquina de los forasteros, con cierta ventaja para este último en las apuestas, aunque sin olvidar del todo a Elizalde, capaz de darle un susto a cualquiera.
Pero en esta función el papel de “ogro” se lo había reservado el guipuzcoano Santxo que salió como un torbellino a la cancha, desarbolando a Elizalde, que lo intentó todo pero no pudo ser. El 10 a 0 con el que finalizó el primer juego habla bien a las claras de cómo fue la cosa.
Y en el segundo, más de lo mismo. Santxo se hartó de gozar de la pelota, colocando y cruzando a la perfección. A todas estas a Ugaitz Elizalde le quedó representar el rol de recadista, encontrándose sin opciones y sin poder aprovechar sus oportunidades cuando tuvo ocasión.
Tras este varapalo llegó el choque de mano parejas en el que Enaitz Ansó y Aitor Alduntzin se iban a medir a Hodei Expósito y Julen Aizpuru, con la igualdad como característica más destacada.
Los pelotaris de San Cristóbal tenían la consigna clara: buscar al “soldado Alduntzin” y “obsequiarle· con un bombardeo sin cuartel para minar su resistencia y rematar el tanto. Así los pelotaris guipuzcoano – burgaleses dominaban el juego y se colocaron con 6 a 3, lo que llevó a Alberto Beloki a pedir tiempo para intentar parar la sangría.
El descanso vino de perlas a los navarros, sobre todo a Ansó, que “cogió por las solapas” al partido convirtiéndose en protagonista y dando la vuelta al tanteador con un parcial de 5 a 0 para colocarse con un más que prometedor 8 a 6.
Pero los pelotaris de Zugarralde “nadaron todo un mar para ahogarse en la orilla”, pues una serie de fallos dieron alas a sus rivales que se acabaron llevando el primer juego por 10 a 8.
El segundo envite empezó como finalizó el primero, con San Cristóbal jugando bien y estirando el marcador hasta el 5 a 0, que parecía iba a ser definitivo. Pero en Burlada no son de rendirse y siguieron enganchados al partido, logrando cuatro tantos para estrechar la ventaja.
Con el 5 a 4 San Cristóbal retomó el dominio en el juego manteniendo muy alejado a Alduntzin, que aguantó estoicamente las acometidas de los del San Cristóbal, quienes acabaron llevándose el triunfo por 10 a 5 en un gran partido que fue de lo mejorcito que se pudo ver en la matinal del Labrit.
En el otro partido del grupo, Huarte dio buena cuenta de Urbión y se postula, junto a los burgaleses, como los dos favoritos a hacerse con la primera plaza que da derecho a disputar la final.
Y por lo que respecta al Grupo B, Oberena “rascó” un empate en su visita al Najerino, con lo que da un golpe sobre la mesa, afianzándose en la cabeza del grupo con cuatro puntos de ventaja sobre sus más inmediatos perseguidores, aunque los pamplonicas todavía deben disfrutar de su jornada de descanso.
Primera División
En la competencia de Herramienta, el descanso del Larraina en el Grupo A, fue aprovechado por San Juan, invicto todavía, para arrebatarle el liderato y esperar con una mínima ventaja el partido de la semana que viene en la que ambos se verán las caras en un choque que puede ser fundamental para el devenir de la clasificación.
En el otro encuentro, la Coruña y Almería se repartieron las victorias, con lo que los almerienses suben a la tercera plaza y los gallegos continúan empuñando el “farolillo rojo” de la tabla.
Y en lo que atañe al Grupo B, Armintza y Vallelado se impusieron a Triángulo Iheste y San Cosme, respectivamente; con lo que siguen su particular lucha por la primera plaza.
Por último nos ocuparemos de la mano, donde en el primer grupo, lo más destacado de la jornada fue la victoria del Txukun Lakua sobre el Barberito I lo que, unido al descanso del Lagun Artea, provoca que los alaveses se encaramen a lo más alto de la tabla.
En el Grupo B, Pradejón hizo valer su condición de líder y superó con claridad al San Miguel de Estella, que se queda tercero, por detrás de San Atilano, al que el empate que cosechó ante San Cosme Promesas, le mantiene en segunda plaza a tan sólo un punto de los pradejoneros.
Interesantísima cuarta cita del campeonato que va sentando las bases para la feroz pelea que tendrá lugar en las siguientes jornadas, tanto para alcanzar la gloria, como para huir de la quema.
