División de Honor y Primera División saldaron este fin de semana una de sus últimas jornadas con interesantes partidos cuyos resultados han aclarado muchas cosas y “enturbiado” otras.
Por otra parte, la Segunda División vivió su último capítulo en Arnedo con la disputa de las finales que otorgaron el premio del ascenso al Artepe Vizcaíno en herramienta y a la escuadra navarra del Larraun en mano.
División de Honor
Comenzaremos el resumen con la modalidad de Herramienta y el enfrentamiento del frontón Labrit en el que Oberena, con la obligación de ganar para mantener sus (exiguas) opciones de meterse en la gran final, recibía a una de las sensaciones de la temporada, el Kurene de Sopelana con la permanencia conseguida hace algunas fechas.
En el partido de Paleta Cuero, la superioridad de Labiano y Berrogi (que no hicieron el mejor de sus partidos) bastó para imponerse a un dueto vizcaíno formado por Amezaga y Olazabal, que rayaron a gran altura, sobre todo éste último, firmando un partido espectacular.
Igual de espectacular que fue el partido de Pala Corta, no por el juego de Oberena, que falló más de la cuenta, sino por el de Kurene, que a punto estuvo de hacer saltar la sorpresa y batir a Mikel Sanz e Iñaki Mariñelarena, una de las parejas más sólidas del campeonato. En el primer punto los fallos de los navarros dieron alas a los vizcaínos que agradecieron el regalo y se apuntaron el primer parcial. En el segundo continuó la ristra de errores por parte de los dos equipos y así se llegó al 13 a 13, momento en el que a “Murtxi” y Leiba les entró el “miedo a ganar” y entregaron el punto a sus rivales que respiraron aliviados al forzar el desempate.
Aquí las aguas volvieron a su cauce y Mariñelarena, que ayer tuvo el santo de espaldas con el saque, recuperó sensaciones y comenzó a acertar con el disparo inicial. Así Oberena se puso en clara ventaja en el luminoso y acabó venciendo por 10 a 2 ante una pareja vizcaína que jugó un enorme encuentro, pero al final se le quedó esa cara que hemos puesto todos cuando teníamos una oportunidad de oro para alcanzar algo y la dejamos escapar.
Una de las condiciones para que Oberena asaltara las plazas que dan derecho a la final, era el “pinchazo” de Puertas Bamar. Pero la escuadra vallisoletana, sabedora de este punto, “revolucionó” la alineación ante Casablanca y colocó a sus “primeros espadas”, Carlos Baeza e Imanol Ibáñez en el partido de Paleta Cuero, para hacer frente al joven y peligroso dueto aragonés integrado por Marcos Pérez y Javier Insausti.
La jugada les salió a pedir de boca porque el segoviano y el vizcaíno se impusieron a los navarros y salvaron ese primer “match ball”. Después, Lacalle y Medina redondearon el resultado venciendo en Pala Corta para seguir la estela del Natación Barcelona, dando un paso de gigante en sus anhelos de jugar la final.
Hablando del conjunto catalán, imbatido hasta el momento en la modalidad de Paleta Cuero, sufrió su primera derrota a manos de un CD Amaya que necesitaba la victoria para apurar sus opciones de entrar en la Copa del Rey. Ansó y Barón desplegaron un juego primoroso que Brugues y Torreblanca no supieron contrarrestar y cedieron su primer partido ante los navarros que sellaron el billete para disputar la “competencia real”.
Otro que remataba sus expectativas de meterse en la Copa del Rey y “maquillar” su “annus horribilis”, era el Club Tenis Pamplona en su visita al Errepala Real Sociedad.
Los navarros, sin nada que hacer en la competición de paleta, “pusieron todos sus huevos” en la cesta da la Pala Corta para lograr una victoria que les hace depender de sí mismos a la hora de alcanzar la clasificación.
Completó el cuadro el encuentro de “necesitados” entre Lagun Artea y El Olivar, donde el empate otorgó la permanencia al conjunto aragonés y dejó pendiente de un hilo la del vizcaíno.
En lo concerniente a la mano, en el Grupo A, la igualada entre Huarte y San Cristóbal y la victoria de Urbión sobre Buruzgain, dejan la pelea por la clasificación en manos de navarros y burgaleses, con los sorianos al “rechace” por lo que les pudiera “caer”.
Y en el Grupo B, Oberena se dejó un punto en su visita al San Cosme, que hubiera sido definitivo para su pase a la final, aunque solamente una hecatombe del tamaño del “Wonder of the Seas”, privaría a los navarros de disputar el título.
Además, ese punto logrado por los riojanos en mano individual les acerca a la Copa del Rey, lo mismo que a Irurtzun su victoria sobre un “desquiciado” Paladín, le otorga ciertas opciones de pelear por la misma.
Primera División
Se aclaran mucho las cosas tras esta jornada en la competencia de herramienta, donde en el Grupo A tenemos al Larraina clasificado para semifinales, al San Juan con casi toda las papeletas para hacerlo y La Coruña esperando una “conjunción interplanetaria” para lograrlo.
Mientras tanto en el Grupo B, Armintza toma la delantera en la carrera por acceder a la fase definitiva, con Vallelado, San Cosme y Benahadux, persiguiéndole con el mismo objetivo, aunque con diferentes probabilidades.
Lo que también queda claro es que en esa carrera Almería y Triángulo Iheste, si no aceleran pronto, se verán abocados a disputar la promoción de descenso.
Pasando a la mano, en el Grupo A, “la lonja se ha quedado sin pescado” pues Txukun Lakua y Barberito I, lo han vendido todo para alcanzar la clasificación a semifinales, fase que ninguno de sus rivales podrá ya alcanzar.
En el Grupo B, por su parte, las espadas continúan en todo lo alto, aunque la de San Atilano está bastante más afilada que la de Pradejón y San Cosme Promesas, los otros espadachines en el duelo por la clasificación.
En la parte de abajo, en la pelea por evitar la promoción de descenso, Paz Ziganda necesitará más que un milagro para enjuagar los tres partidos de ventaja que le lleva Pelota 22 y a Las Villas, con tan sólo dos balas en el cargador, no le libra de este fatídico trance “ni el agua del Jordán”.
Segunda División
La gloria en este fin de semana se la llevan los vencedores en la Fase Final de la categoría a la que acudían tres conjuntos vascos (Artepe, Beti Galdu y Lagun Artea), dos riojanos (San Cosme Promesas y Ezcaray), dos navarros (Larraun y Lagunak) y uno más soriano (Urbión B).
Tras las emocionantes semifinales del sábado, llegaron las finales en la jornada dominical, donde rompió el hielo el duelo fratricida de herramienta entre dos escuadras vizcaínas, el Artepe de Gatika y el Beti Galdu de Sondika.
Ambos protagonizaron una batalla sin cuartel en la que los dos partidos se decidieron en el desempate y en favor de los gatikarras, que hicieron justicia al nombre de sus rivales (siempre perder), para alcanzar el triunfo y el ascenso a Primera División.
Y por lo que se refiere a la mano, el Larraun navarro, tras clasificarse “por los pelos”, al ganar un juego más que Urbión B, se impuso con relativa claridad al Ezcaray, y logró el ansiado ascenso poniendo la guinda a una temporada en la que fueron uno de los mejores equipos de la fase preliminar.
Enhorabuena, entonces, al Gatikako Artepe Pilota Kluba (Club de Pelota Artepe de Gatika) y al Larraun Pilota Elkartea (Sociedad de Pelota Larraun).
