- Elaia Gogenola y Arai Lejardi se hacen con el título femenino y Aritz Erkiaga e Imanol López hacen lo propio en el masculino.
- Goiko y “El Duke” reciben la Medalla de Oro de la Federación en reconocimiento a su trayectoria.
Desde el 20 al 22 de octubre tuvo lugar en el Frontón de la Universidad Complutense el Gran Premio Internacional de Cesta Punta “Villa De Madrid” en el que, además del torneo masculino, se estrenó en el programa la competencia femenina, en la que desfilaron por la cancha universitaria lo más granado del panorama actual.
Una sorpresa y dos confirmaciones
El sábado y en jornada matutina, arrancó esta competición femenina con la disputa de los cuartos de final donde Elaia Gogenola y Arai Lejardi tuvieron enfrente a las campeonas francesas, Oihana Sorozabal y Romane Mercadier.
El dueto vizcaíno en el que destacó la solvencia de Lejardi y el atrevimiento de Gogenola, se llevó un partido en el que la táctica de meter pelota tras pelota en el frontis les dio la victoria ante una pareja francesa que cometió demasiados errores no forzados.
Y en la parte de abajo del cuadro, duelo intercontinental, donde la “flor y nata” de la cesta punta mexicana, Tania Mayorga y Mª Fernanda Ballesteros, se medían a la subcampeona del mundo Ihart Arakistain y a la guipuzcoana Frida Watkins.
El primer juego cayó del lado hispano con relativa facilidad (15/7), pero en el segundo las jugadoras poblanas se sintieron más cómodas sobre la cancha y pusieron en mayores aprietos a Arakistain y Watkins, quienes acabaron ganando por tan sólo dos tantos de ventaja.
Estos dos partidos completaron las semifinales que iban a disputarse en la velada vespertina.
En la primera de ellas, las vencedoras de la mañana, Gogenola y Lejardi, tendrían un “hueso duro de roer” frente a Maite Ortiz De Mendivil y Eneritz Lizardi, dobles Campeonas del Mundo y máximas favoritas para alcanzar la final y “campeonar” en el “Villa de Madrid”.
Pero tanto una como otra se dieron cuenta enseguida de que esta empresa no iba a resultar “coser y cantar”. Elaia Gogenola, con la osadía que otorga su juventud, se echó el partido a la espalda y dominó el primer juego a su antojo, manejando el “tempo” del partido, ora “trasteando” en los cuadros delanteros, ora cargando el juego atrás; y todo ello espectacularmente asistida por una Arai Lejardi que se mantuvo en el primer envite casi inexpugnable en la zaga.
La victoria en el primer juego, al igual que los murmullos en la grada fue clara (15/9) y otorgó al choque cierta dosis de sorpresa.
Pero Maite y Eneritz no estaban dispuestas a entregar la cuchara y en el segundo acto, peleando y sufriendo como tan solo saben hacerlo las campeonas, se hicieron con el parcial (12/15) y enviaron el partido al desempate.
Juego definitivo en el que las vigentes campeonas del mundo mantuvieron el nivel del segundo y se colocaron enseguida por delante, disfrutando de grandes ventajas, como la del 8 a 4 que presagiaba una victoria segura. Pero “ni hablar del peluquín”, la delantera de Berriatua volvió a coger la manija del choque y la zaguera de Markina a ser ese muro infranqueable y, tanto a tanto, ir “enjuagando la ventaja” para primero empatar el partido y después colocarse 9 a 8, a un tanto de consumar la remontada.
En un último suspiro de calidad, Ortiz De Mendívil y Lizardi tiraron de casta y orgullo para volver a igualar la contienda y jugarse el pase a la final a una última carta. Un postrero naipe que cayó del lado de Gogenola y Lejardi quienes, ante el aplauso del público, consumaron la sorpresa, derrotaron a las cabezas de serie número uno y les “arrebataron” la vitola de máximas favoritas para adjudicarse la victoria en la competición.
En la otra semifinal, Ihart Arakistain y Frida Watkins tenían como rivales a Erika Mugartegi y Maialen Aldazabal, en un partido donde el pronóstico estaba más igualado, si bien “Arakis” y Frida partían con ventaja, habida cuenta de que llegaban con la moral por las nubes tras su victoria ante las zestalaris mexicanas.
Pero esta moral se dio de bruces con el buen hacer de otra jovencísima jugadora, Erika Mugartegi que, al igual que hiciera su paisana Gogenola, se echó el partido a la espalda para llevarse con comodidad (auxiliada por una segurísima Maialen Aldazabal), el triunfo en el primer juego.
En el segundo la historia cambió de bando y Arakistain y Lejardi salieron decididas a provocar el desempate. El mayor acierto de éstas unido a que sus contrincantes comenzaron a cometer errores les llevaron a disfrutar de cómodas ventajas, llegando al 13 a 9, que hacía pensar en una nueva “muerte súbita” como la del choque anterior.
Pero en este momento Aldazabal y Mugartegi volvieron por sus fueros e ir “arañando” tantos para “congelar” a sus rivales y marcharse directamente al cartón número 15 que les daba el otro asiento en la final.
En este partido definitivo, el público presente en el Frontón de la “Complu”, asistió deseoso de contemplar en directo a las dos sensaciones del torneo, Elaia Gogenola y Erika Mugartegi, cuya “extrema” juventud contrastaba con su fenomenal juego.
En el primer “ídem”, Gogenola y Lejardi estuvieron mejor que sus antagonistas, que cometieron muchos errores y acabaron entregando el parcial por 15 a 11. En el segundo, la risa cambió de barrio y los errores ahora los cometieron Elaia y Maialen, que acabaron perdiendo por 12 a 15, llevando el choque a un tercer juego en el que todo podría pasar.
Y lo que ocurrió es que Gogenola y Lejardi recuperaron su pujanza para, apoyadas en el control del juego de la berriatuarra y en la seguridad en la zaga de la de Markina-Xemein, ganar por 4 a 10 y llevarse un triunfo absoluto tan trabajado como justo, en un torneo en el que la sorpresa de la eliminación de las Campeonas del Mundo, se “compensó” por la confirmación del enorme paso adelante dado por Erika Mugartegi y Elaia Gogenaga en el horizonte de la cesta punta femenina.
Esta última, sin lugar a dudas, hubiera optado al premio a la jugadora más valiosa del torneo, por su aportación en la cancha, sus ganas de marcar el ritmo de juego y su desenvoltura a la hora de terminar el tanto.
Los “primeros espadas” no defraudan
Por lo que respecta a la pugna masculina, después de los cuartos de final del viernes, donde nuestros jugadores Sub 22 se “foguearon” ante los profesionales franceses, llegaron las semifinales en las que se cumplieron todos los vaticinios y Aritz Erkiaga e Imanol López salieron victoriosos al igual que Iñaki Osa Goikoetxea y Unai Lekerikabeaskoa, con lo que se volverían a ver las caras, tal y como ocurriera en la Copa del Mundo de Méjico de 2021, donde éstos se llevaron el “gato al agua”, y lo mismo que pasó en la final del Campeonato del Mundo de Biarritz de 2022, en la que aquellos se tomaron la revancha y ocuparon el peldaño central del cajón.
Así las cosas, el Frontón Largo de la Universidad Complutense iba a ser el escenario del “duelo de desempate” entre estas dos parejas “hors categorie”.
Sobre el “aula” universitaria los cuatro maestros “cum laude” desarrollaron una clase magistral en el que cada uno de ellos dio muestras de la extraordinaria calidad que atesora.
Goiko, con unas ganas terribles de vencer en uno de los últimos compromisos de su carrera, lo intentó de todos modos, pero se topó con el magnífico nivel que está mostrando Aritz Erkiaga, posiblemente la estrella más rutilante del firmamento “cestístico” actual.
Un Aritz Erkiaga “divinamente” escoltado por el “Mariscal” López, que dominó en la zaga a un Lekerika que también dio muestras de su gran calidad y su descomunal pegada de derecha.
Al final el triunfo recayó en Erkiaga y López (15/10 – 15/11), en un partido en el que el público que poblaba las gradas del coso universitario disfrutó a más no poder.
Al final de este encuentro Goiko y el zaguero vitoriano, Jonathan Duke Hernández, recibieron la Medalla de Oro e Insignia de la Federación Española de Pelota de manos de su presidente, Julián García Angulo, que les agradeció su dedicación a este deporte durante toda su carrera.
