Entre el 1 y 3 de octubre el Frontón Aitzuri de Zumaia acogió la Fase Final del Campeonato de España de Clubes de Cesta Punta en la que tomaron parte diez conjuntos y donde el Berriatua se hizo con el triunfo en categoría femenina y el Danok Bat de Mutriku alcanzó la victoria en la pugna masculina.
Comenzó la actividad en el magnífico coso zumaiarra el viernes, con los cuartos de final de la competencia masculina a los que habían llegado los ocho mejores colocados tras la liga de la primera fase.
Por la parte de arriba del cuadro, Zumaiako se imponía en dos juegos (15/12 y 15/11) a Berriatua; y Gasteiz lo tuvo más complicado y necesitó del desempate para deshacerse de Markina (15/7 – 11/15 y 10/8). Completando el panel de semifinales por la parte de abajo, doble victoria por dos a cero para Danok Bat y Noain. Los de Mutriku dejando en la cuneta a Donostia (15/9 y 15/10) y los navarros, en duelo fratricida, apeando de la competición a sus paisanos de Cabanillas (15/13 y 15/7).
Al día siguiente, a los partidos de la ronda semifinal masculina se unieron los la última jornada de la liguilla femenina, que completaría la clasificación definitiva en la que los dos primeros colocados disputarían la final.
Comenzando por esta última, por la mañana, Markina venció a las catalanas del Vasconia por 2 a 0 (15/6 y 15/5) y Berriatua hizo lo propio ante Zumaiako, también dos a cero (15/8 y 15/6).
Ya en velada vespertina, Zumaiako alcanzaba su primera victoria en el campeonato a costa del Vasconia (15/5 y 15/3) y, en el duelo de invictos, Berriatua arrebataba la primera plaza del grupo a Donostia por un doble 15 a 12, en un anticipo de lo que iba a ser la final, donde guipuzcoanas y vizcaínas se volverían a ver las caras.
Y por lo que se refiera a las semifinales masculinas, Zumaiako hizo valer el “factor cancha” para superar a Gasteiz y sacar billete para la final del domingo, boleto que también selló el Danok Bat en un gran partido ante Noain, en el que los navarros enjuagaron el primer juego favorable a los mutrikuarras (15/9) venciendo en el segundo (14/15) y mandando el choque al desempate. Aquí el desgaste de los Hermanos Bailo les pasó factura y una serie de errores dieron el pase al Danok Bat (10/4).
Gran jornada de finales.
La copiosa lluvia con la que amaneció Zumaia, “arrastró” a las gradas del “Aitzuri” a un buen número de aficionados y aficionadas que disfrutaron con dos fenomenales partidos.
En primer lugar saltaron al asfalto zumaiarra Ihart Arakistain Muñoz y Maialen Aldazabal Aldazabal, portando el cinto colorado y defendiendo los intereses del Berriatua vizcaíno; y Naroa Merino Pineda y Eneritz Lizardi Azpiazu, con camiseta azul adornada con el escudo del Donostia Jai Alai de Guipúzcoa.
Sobre el papel, el partido estaba tan parejo (salvo el mayor poder de Lizardi en los cuadros traseros) que era muy difícil establecer un favorito claro, con lo que quienes mejor gestionaran la presión tendrían mucho ganado en el devenir del partido.
Donostia, todavía con la espina de la primera derrota en el torneo infligida por las vizcaínas, buscaba la revancha en la final intentando aguantar en el peloteo y buscando el remate cuando se diera la ocasión. Berriatua, por su parte, también lo tenía claro y su mayor objetivo era enviar el mayor número de pelotas a buena, alargando el tanto y buscando el fallo del rival.
Con este panorama emergió la figura de Maialen Aldazabal, inconmensurable durante toda la final, quien se apoderó del don de la “ubicuidad” para recorrerse todo el frontón soltando “estopa” a diestro y siniestro. La menuda zaguera berriatuarra ora restaba del cuadro doce, ora bajaba hasta el siete para echar una mano a su compañera, añadiendo un porcentaje de acierto tremendo para desgracia de sus contrincantes que no supieron contrarrestar tamaña demostración de entrega y físico.
De este modo las vizcaínas se llevaron la victoria en dos juegos (15/12 y 15/7) y se convierten en la “bestia negra” de las guipuzcoanas, que nunca dieron su brazo a torcer y dejaron todo sobre la cancha, pero no fue suficiente para superar el juego de sus rivales.
Emoción hasta el último suspiro
Tras el duelo de categoría femenina llegó la pugna masculina, en la que pudimos asistir a un duelo de la máxima rivalidad, donde la escuadra local se iba a ver las caras con el Danok Bat de Mutriku, localidad separada por apenas 22 kilómetros de la anfitriona, Zumaia.
En el primer juego, los jugadores del Zumaiako, Cosme Aguirre De Jesús y Unai Uranga Egaña se vieron sorprendidos por la dupla mutrikuarra, compuesta por el francés, Bixente González y Yon Iparaguirre; con protagonismo especial para el delantero de Biarritz que sacó su excepcional clase a pasear y “se hinchó” de dibujar remates para adjudicarse el primer parcial por 15 a 10.
Pero el dueto local no se iba a mantener como convidado de piedra en la fiesta de González y buscó la victoria en el segundo juego para forzar el desempate. El gran acierto de Cosme y Unai, unido al bajón de Bixente que cometió bastantes errores, propició la victoria por 15 a 8 y llevó el partido al juego definitivo donde la emoción iba a rebosar por cada uno de los 54 metros del frontón.
El tercer envite, al igual que los otros dos, comenzó con mucha igualdad, como demuestran los continuos “abrazos” en el marcador (1/1 – 2/2 – 3/3 y 4/4). Pero en este punto el Danok Bat metió otra velocidad y, con un parcial de 0 a 4, se fue directo hasta el tanto ocho, colocándose a tan sólo dos de la victoria.
Pero para los del Zumaiako no había sonado todavía la hora de capitular y, espoleados por un entregado graderío fueron recuperando sensaciones para, tanto a tanto, devolver y superar el parcial, logrando un 5 a 0 que, como se diría en el argot tenístico, les daba el “match ball”.
Y aquí llegó sin duda la jugada del campeonato pues, tras el saque de Cosme y después de un breve peloteo, Bixente “Iceman” González, cambió su cesta por la escuadra y el cartabón para trazar una lejanísima dejada que fue a morir en el txoko, para desesperación de sus rivales y admiración del público que se rompió las manos ante la sangre fría y el fenomenal alarde de técnica del francés.
Nueve a nueve en el luminoso y el gran choque anterior se convirtió en un “minipartido” a un tanto que finalmente cayó del lado del Danok Bat tras un soberbio pelotazo de Iparaguirre que Unai Uranga no pudo llevar a buena.
Precioso broche de oro a tres días intensos en el que, en un marco incomparable, la Cesta Punta tuvo el protagonismo que jamás debe perder. El trabajo de Federación y clubes seguro que lo harán posible.
