Antepenúltima fecha de la Primera Fase del torneo donde la nota más destacada es la subida exponencial que ha experimentado la emoción por alzarse con los primeros puestos de las distintas clasificaciones
El otro hecho notorio del fin de semana fue que, exceptuando la victoria del Puertas Bamar ante El Olivar, todos los demás resultados de la jornada, bien en herramienta, bien en mano; finalizaron con reparto de puntos entre los dos contendientes, lo que ha provocado que la tabla de clasificación se apriete por la cabeza confiriendo esa agitación de la que hablábamos y que nos lleva a dos últimas jornadas de infarto.
Así ocurrió en la velada del Frontón Labrit, donde vivimos dos enfrentamientos de mano con la división de victorias entre Oberena y Zugarralde y Huarte y San Cristóbal.
En el primer duelo, Elizalde superó al oberenista Jamar por 2 a 0 (10/2 y 10/7) en un partido que no tuvo historia en el primer juego, pero que en el segundo pudo cambiar de signo de no haber mediado los fallos de Jamar que se quedó sin saborear su primera victoria en el torneo.
Por lo que a las parejas se refiere la dupla debutante de Oberena Canabal y Aldave dieron buena cuenta de Ansó y Alduntzin (10/8 y 10/3), quienes aguantaron en la primera entrega pero no pudieron oponer mucha resistencia en la segunda, mermados por andar (sobre todo Alduntzin) algo justos de manos.
Tras pamplonicas y burladeses saltaron a la cancha los pelotaris de Huarte y San Cristóbal quienes llegaban empatados en ambas clasificaciones y ofrecieron un espectáculo digno de tamaño equilibrio.
En la pelea individual Espinal, invicto hasta la fecha, y Arrieta ofrecieron un partido emocionantísimo en el que se demostró que en este deporte lo que parecía azul, en un momento se tiñe de rojo (y viceversa). Así el oberenista Espinal comenzó venciendo el primer juego con relativa facilidad (10/5), ante un Arrieta que no encontraba su sitio en la cancha. Esto se acrecentó en el segundo acto donde un Arrieta totalmente desquiciado no hallaba la manera de gozar de la pelota ni el porqué de su nefasto juego. ¡”Tierra trágame”! pensó en más de una ocasión el delantero del San Cristobal.
Pero hete aquí que los dioses de la pelota se apiadaron del bravo jugador guipuzcoano y con 8 a 2 en su contra, a punto de perder el choque, logró hacer tanto y cambiar de pelota. A partir de aquí, el motor del hernaniarra comenzó a carburar para alcanzar el tanto diez, llevarse la segunda manga (8/10) y provocar el desempate.
Un desempate en el que la moral restablecida de Arrieta siguió dándole alas y buen juego, sumiendo a Espinal en el bache del que había salido su rival para finiquitar el partido con 2 a 5 en el tercer y definitivo juego, infligiendo de este modo a Iker Espinal su primera derrota del torneo.
Y qué decir del enfrentamiento de mano parejas en el que Eneko Yoldi y Mikel Beroiz por parte de Huarte e Igor Azpiri y Endika Uriondo del lado de San Cristóbal; se jugaban una gran parte de la clasificación.
Y curiosamente el primer juego no respondió a esta tensión, pues los huartearras se llevaron la victoria por un más que contundente 10 a 0, con lo que ponían muy de cara la victoria final. Pero, al igual que en el partido de mano individual, Azpiri y el “prontoprofesional” Uriondo, acertaron con el material, maniataron a los navarros y se adjudicaron el segundo juego por 4 a 10 para forzar el desempate.
Aquí, Yoldi y Beroiz se pusieron por delante alcanzando una ventaja que parecía ser definitiva (4 a 2), pero la reacción del dueto vizcaíno llevó el empate al luminoso dejando la resolución del partido para el último tanto. Tras un durísimo intercambio de golpes, Uriondo vio el hueco y mandó una lejana dejada al txoko, pero sonó la “chismosa” y el partido cayó del lado del Huarte, apretando (y de qué manera la clasificación).
Las dos últimas jornadas dictarán sentencia y prometen ser espectaculares.
Ambas jornadas pudieron seguirse en directo a través de LaLigaSportsTV.
